La historia de un comerciante tan social como internet.

Hace poco hablé del comerciante tuitero con la intención de animar a los empresarios de negocios locales a usar las redes sociales en beneficio de sus ventas. Pero no reparé en algo clave: Si internet es social por naturaleza, pero el comerciante no lo es, por mucho que aprenda de internet no le servirá de nada si no cambia su actitud.

Hoy he conocido a un tipo excepcional, se llama JuanRa Aparisi (@sarganman) y es el gerente, CEO, presidente, cocinero, camarero, responsable de compras, director financiero, chico de los recados y community manager del restaurante Sargantana de Valencia (@SargantanaVLC).

Su bio de Twitter lo dice todo: “Experto en sonrisas, aprendiz de ilusión y master postgrado de esperanza. Con #unaactitudpositiva todo puede cambiar

La verdad es que ya le conocía por Twitter, y a su restaurante también. Amigos tuiteros de Valencia como Esteban Rodrigo (@erodrigo), Clara Soler (@clara_soler), Esther Trujillo (@kissyyy) y Daniel Ortega (@daniortega), entre otros, no paraban de hablar con JuanRa y con Sargantana por internet y siempre me llegaba información de ambos.

Y pensé “¿qué tendrá ese restaurante que todo el mundo habla de él?, ¿o será que el dueño es amigo de todos ellos ellos?”.

Pero no quería quedarme con la duda. Sabía que conocer aquél sitio y a aquella persona, con semejante bio en Twitter, iba a ser algo importante en mi forma de entender la relación que existe entre el pequeño comercio e internet. Así que me puse a tuitearle que mi ex-mujer y yo queríamos comer allí. Entre tuit y tuit me tomó nota de la reserva y me envió las coordenadas del sitio mediante Whatsapp. Era la primera vez que un restaurante tenía esa atención conmigo y, claro está, superó las expectativas desde el primer momento y me ganó.

Llegamos al restaurante a la hora prevista y JuanMa nos recibió con un afectuoso saludo invitándonos a pasar y acompañándonos a nuestra mesa. Lo primero que hizo fue poner un alzador para el pequeño Neo y le trajo unos juguetes mientras bromeaba cariñosamente con él. Me encanta cuando un hostelero tiene esos detalles con un niño, dice mucho de él y de su calidad de atención al cliente.

La comida estaba espectacular, un menú exquisito y un ambiente acogedor, familiar y muy agradable. Pero lo mejor vino en los cafés, cuando de repente y con total confianza JuanRa nos dijo “¿os importa que me tome un café con vosotros?” A lo que evidentemente aceptamos con mucho gusto.

De repente, ese cocinero/camarero se convirtió en un experto en social media y SEO manteniendo una conversación con nosotros de lo más enriquecedora. Parecía que acababa de salir del restaurante y me había metido en una ponencia de redes sociales para comerciantes. Estaba disfrutando como un enano y le pregunté por la historia de su local y sobre la forma en la que entró en contacto con las redes sociales.

No solo se mostraba simpático y se hacía ver como experto en social media, si no que se notaba que era un emprendedor nato, un emprendedor con pasión y que le encantaba todo este mundo de internet.

JuanRa nos contaba que el restaurante lo tenía abierto desde hacía varios años. Siempre había sido un lugar muy visitado, pero en 2010 todo cambió. Se juntó la resaca de la crisis con su separación, lo cual le sumió en un estado algo complicado, pero JuanRa, como buen emprendedor de actitud positiva logró ir superando gracias a las redes sociales.

Comenzó a empaparse de Facebook, de Twitter, de Foursquare, de Instagram y de toda red social que se pasase por su cabeza. Muchas no las conozco ni yo. Aprender una y otra vez era su objetivo y disfrutaba con ello hasta tal punto que el restaurante lo tiene decorado con logotipos de Facebook y Twitter fundidos con las “sargantanas” que dan nombre al local.

Pero aquella situación no era algo pesado, si no más bien una necesidad de trasladar su propio espíritu social más allá de las paredes de su restaurante y de su mente.

JuanRa entendió, sin darse cuenta, que internet es social y más humano de lo que pensamos. Comprendió sin quererlo que detrás de cada tuit, tras el muro de Facebook, en el reverso de cada foto de Instagram y dentro de cada tecla de su ordenador o de su smartphone hay personas. Gente que se emociona igual que él, que ríen y quieren reír, que desean conocer gente y lugares, que buscan experiencias y emociones además de compartir conocimiento.

En internet encontró el mejor nicho de clientes para su propia forma de ser, encontró nuevos amigos con los que poder ser él mismo y hacer feliz a la gente siendo él mismo. Y hoy esa lagartija, esa “sargantana” como dicen en valenciano, cubre cada rincón de la red, cada blog, cada directorio y se sigue expandiendo haciendo lo que mejor sabe hacer, ser social y hacer feliz a la gente siéndolo.

La conclusión es que solo puedes triunfar en las redes sociales si realmente eres un ser social y te apasiona internet 🙂

7 comentarios en “La historia de un comerciante tan social como internet.”

  1. Pingback: Cruzando al 2.0 » 7º Entrevista con JuanRa Aparisi del Restaurante Sargantana

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